viernes, 31 de agosto de 2012

Inflexión

Un viernes como cualquier otro, me dirigía al gimnasio a hacer mi rutina de rehabilitación, por una lesión que tuve en la rodilla que parece no tener solución. Era un viernes como cualquier otro pero no.
Por empezar estaba yendo más tarde de lo normal porque me había retrasado haciendo otras cosas y además porque estaba muy cansada. Fácilmente hubiera faltado, pero junté toda mi fuerza de voluntad y dejé el desgano de lado. La suerte ya estaba echada. Esa tarde todo cambiaría.
Hice todo rápido, me faltaban 10 minutos en la cinta, elongaba y me iba. Ya estaba saboreando el fin de semana cuando lo veo entrar a él. Empecé a temblar y por un segundo pensé que me caería, pegaría un golpe en la cabeza y pasaría la peor vergüenza de mi vida, no sólo enfrende de todos sino de él.
En esos 10 minutos  imaginé que le diría, cómo se lo diría, incluso pensé en irme sin saludarlo. Pero no, había prometido enfrentarlo. No podía seguir evadiéndolo.
Fueron los 10 minutos más largos de mi vida. Al bajar de la cinta seguía temblando, elongué así nomás, respiré profundo y encaré hacia dónde él estaba.
Nuestras miradas se cruzaron pero él ya me había visto, no había sorpresa en su cara. Sonreí, sonrió. Noté que se encontraba del otro lado de la cuerda que delimitaba esa área de entrenamiento, podría haberla bordeado y saludarlo frente a frente, pero no. Como un simbolismo de lo que ya no éramos lo saludé con la cuerda de por medio. Después de 8 años volviá a tener contacto físico con él. Fue fuerte, pero en ese momento todos los nervios, fantasías y miedos se fueron. Hablamos por 5 minutos, nada muy profundo. Cuando sentí que el silencio incómodo iba a apoderarse de nosotros me despedí. Baje las escaleras y reflexioné sobre lo que había pasado. Sentí una mezcla de angustia y madurez. Me había sacado una mochila de encima.
Me sentía muy triste pero sin ganas de llorar. Así y todo estaba muy orgullosa de mi. Todos los sentimientos opuestos convivían dentro mío. Sabía que mi vida sería un antes y un después de ese momento.


(perdón por la mala calidad del video.)







9 comentarios:

  1. Una materia pendiente mas para tachar de la lista y algunas distracciones menos para seguir con tus cosas sin tanto peso encima

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  2. excelente Lola!
    Lo enfrentaste!
    Gran Abrazo!


    Nicus

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  3. Siempre hay que enfrentar, siempre. Es sacarte algo de encima. Bien por vos.

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    1. Gracias Luciana, totalmente! Lo peor es la incertidumbre.

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  4. Si el silencio incómodo se va, ¿el dolor vuelve?

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    1. creo q al reves, si el silencio incomodo se va el dolor no creo q vuelva

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